Modo de empleo: al despertarse, comprobar que es pronto; son las 7.10 a.m. (se puede programar a gusto del usuario); volver a cerrar los ojos un ratito más. Hasta la tercera comprobación el usuario no se da cuenta del simple y eficaz mecanismo que le ha permitido disfrutar sin remordimientos de un periodo variable de placentera somnolencia: siguen siendo las 7.10 a.m.
